Celticsprite’s Blog


"O Cego Andante" por Pablo Quintana
July 11, 2013, 1:29 am
Filed under: Leyendas del Camino, Música del Camino

“SI POR CANTAR ME PAGARAN
HABIA DE CANTAR BIEN,
PERO COMO NO ME PAGAN
CANTARÉ CONDESDÉN”
Hay una gran variedad de cantigas y romances de ciego recogidas a lo largo de todo el Camino y no sólo en las cercanías de la Catedral de Santiago; melodías incorporadas tradicionalmente y a veces con historias populares e incluso con letras derivadas de cánticos religiosos.

Hablábamos en un reciente posteo acerca de Florencio de Fontaneira… y vale la pena compartir con Uds tab el trabajo de un renombrado músico asturiano como es Pablo Quintana, cuyo trabajo quedó registrado en un disco de la serie Recolleitas editado por el Sello Ruada; en donde había recogido en directo las canciones del último ciego cantor que vivió en el país: Florencio da Fontaneira. Quintana también recogió una parte de su trabajo en varios vídeos editados por la Xunta de Galicia (uno de ellos dedicado, por ejemplo, a la técnica tradicional de tocar la gaita) y en programas de radio ya desaparecidos como A garmalleira .

Todo esta labor la comenzó Quintana en su aldea natal, situada en las cercanías del pueblo asturiano de Taramundi, en donde desde la adolescencia comenzó a interesarse por la cultura tradicional. A partir de ahí, este músico inició una actividad de recogida y grabación que lo ha convertido en uno de los mayores especialistas de etnografía musical que existen en Galicia. Este trabajo lo compaginó con actuaciones constantes por toda la geografía gallega, en donde frecuentemente estaba acompañado por músicos de la calidad de Michel Canadá o Bernardo Martínez, componente de otro grupo mítico de música tradicional como Doa.

La música que acompaña al presente video pertenece a su álbum “O Cego Andante”.
El arpista gallego Emilio Cao, registró una preciosa version en su legendario álbum “A Lenda da Pedra do Destiño” editado por el sello Guimbarda. Un sello muy comprometido con la música de raíz en la década de los ’70.

Ábreme a portiña, ábreme o postigo, dame do teu lenzo ¡ai meu ben! que veño ferido. Pois se vés ferido vés a mala hora, que as miñas portiñas ¡ai meu ben! non se abren agora. Miña nai esperte, nin tanto dormir, veña ouvir un cego ¡ai meu ben! cantar e tañir. E se il canta e pide dalle pan e viño, dille ó triste cego ¡ai meu ben! que siga o camiño. Non quero seu pan, nin quero seu viño, quero que Rosiña ¡ai meu ben! me ensine o camiño. Culle, ou Rosiña, a roca e o liño, vai co triste cego ¡ai meu ben! decirlle o camiño. Anda, ou Rosiña, máis outro pouquiño, son curto de vista ¡ai meu ben! non vexo o camiño. De condes e duques xa fun pretendida e agora dun cego ¡ai meu ben! véxome rendida. Eu non che son cego, nin Dios o permita, sonche o conde Alberto ¡ai meu ben! que te pretendía. Adeus miña casa, adeus meus quintais, adeus compañeiras ¡ai meu ben! para nunca máis.


A COVA DE XAN RATA. ALLANDE (ASTURIAS)
July 8, 2013, 8:26 pm
Filed under: Leyendas del Camino

   Dice una tradición legendaria que Xan Rata fue vecino de Montefurao (Allande bajando del Altu’l Palu), quien mató al cuélebre o gran serpiente alada mitológica, que aquí habitaba, comiéndose el ganado de la gente y deshaciendo las huertas. Xan Rata le arrojó una gran piedra caliente que el cuélebre tomó por una enorme hogaza de pan, tragándola y aullando de dolor, corriendo a las profundidades de esta cueva, no volviéndosele a ver más. Hasta aquí la leyenda. La realidad es que se trata de una galería de la minería del oro en tiempos del dominio de Roma: se practicaban profundas perforaciones en la montaña, se encendían grandes hogueras en su interior, alcanzando altísimas temperaturas. Es entonces cuando, por medio de un sistema de canales hechos en la ladera del monte, algunos de gran longitud (varios kilómetros), se arrojaban al interior de estas galerías incendiadas cientos de hectólitros de agua procedentes de las fuentes de la cima, embalsada previamente en piscinas artificiales. La reacción que se provocaba era similar a un terremoto, desprendiéndose con el tiempo cordilleras enteras, extrayéndose luego de la roca madre el preciado mineral del metal aurífero.

A Cova de Xan Rata puede visitarse (con cuidado, pues el firme es resbaloso y hay un socavón a la entrada) si hacemos la Variante o Ruta de los Hospitales (Sierra de Fonfaraón) por tierras allandesas: llegados al Altu La Marta las flechas del recorrido oficial nos hacen subir a La Freita (gran tajada del monte también ocasionada por estas minas) y al Altu’l Palu. Pero si nos fijamos, al cruzar la carretera que llega a La Marta, unas flechas más pequeñas indican bajar por la ladera de la derecha, llegando a una laguna que es una de las mencionadas piscinas. Luego, aunque se pierden las flechas, se baja sin dificultad hacia una pista de tierra donde hallamos flechas y mojones jacobeos, así como un cartel explicativo. Seguimos hacia Montefurao, bien visible al fondo de frente y tras pasar sobre la braña de Vallinadosa, abajo a la derecha de nuestra pista entre los árboles, en un tramo de cuesta encontramos un cartel indicador a la izquierda señalizando la entrada de esta cueva



Gárgola de la catedral de Oviedo – La leyenda de Oria
July 1, 2013, 2:17 am
Filed under: Galería de Fotos, Leyendas del Camino
EXORCISMO EN LA CATEDRAL DE SAN SALVADOR: ORIA LA PEREGRINA ENDEMONIADA

En las bibliotecas de Cambray y Oxford (Inglaterra) se conservan sendos manuscritos en los que se relata la historia de Oria, la peregrina endemoniada. Según los investigadores que estudiaron estos documentos, como Ch. Khöler, del que nos da noticias Juan Uria Ríu, son de los siglos XII-XIII:

  Basándonos en ambos autores y en el resumen de Juan Uría Ríu, todo comenzó cuando una mujer penitente dio a luz a una niña que maldijo, al no ser deseada, fruto de un acto forzado, ofreciéndola al demonio, quien acudió a llevársela a los siete meses, criándola durante dieciséis años, poniéndole el nombre de Oria.

   Cumpliendo los diecisiete el diablo se la llevó como acompañante cuando fue a un monasterio de monjes negros de Aragón (puertos de Aspe) a armar de las suyas, dejándola un momento ante los muros mientras él entraba a aterrorizar a los frailes. Es entonces cuando a la chica se le apareció Santiago, quien le hizo la Señal de la Cruz con una uña en la mano izquierda. Al regresar el diablo y ver aquello se dio cuenta que era obra del Apóstol y raudo entró en el cuerpo de la moza, gritando que nadie la apartaría de ella, pues era suya al dársela su propia madre, al alimentarla y regalarle una vida fastuosa todo este tiempo, afirmaciones que salían de la boca de la misma infortunada pero con la voz de Satán. Los frailes lo vieron y aprovechando un momento que el demonio había salido de su cuerpo cambiaron las ropas de la moza, quemando las que llevaba puestas, las cuales dieron un fétido olor al arder.

   De poco sirvió, el maligno volvió a entrar en la muchacha. Los monjes le aplicaron un interrogatorio y exclamó nuevamente que era suya y jamás la dejaría salvo que se lo pidiesen San Salvador o Santiago, quien le había hecho la Señal de la Cruz en la mano. Entoces la muchacha se hizo peregrina hacia los santos lugares de esta advocación, con su hábito y su bordón, llegó a Santayana, en Cantabria, donde cinco caballeros de Jaca le dieron un pan, con el que ofreció cinco limosnas  en honor a las cinco llagas de Cristo, cada vez que el diablo la tentó cinco veces al pasar cinco puentes. Así pudo entrar en la catedral de San Salvador de Oviedo/Uviéu, la capital asturiana origen del Camino de Santiago y centro de peregrinación y devoción a las Reliquias de Jerusalén, corriendo a postrarse ante ellas y su Arca Santa, cuando el diablo volvió a entrar otra vez en su cuerpo. Un arcediano del templo observó la escena asustado y le echó la estola, dando entonces el demonio grandes lamentos pidiendo que se le quitaran “eso”, pues le estaba estrangulando.

    Gritos, lamentos, reiteración de las explicaciones de porqué no abandonaría el cuerpo de la doncella se sucedieron cuando también trajeron la Cruz de los Ángeles, con el deseo de que dejase a la desgraciada, cuyo cuerpo se hinchaba, habló varias lenguas, propuso que le interrogasen sobre todo cuando deseasen, que él todo lo diría, pero de la niña, que tanto amaba, nunca se separaría, niña casi muerta cuando al final salió de ella el espíritu del mal. Pero por poco tiempo: al día siguiente sábado volvió a entrar en la hora tercia, repitiéndose en dramático y doloso ritual en lucha contra el fraile custodio de las Reliquias. Hasta un tropel de niños acudió gritándole que saliese, mortificando aún más al demonio, quien pidió que aquello cesase y que saldría de la chica cuando clero y pueblo le oyesen hablar, respondiendo a las preguntas que le planteasen, algo que el canónigo no quería, pues podría decir los pecados de todos ellos, causando un gran mal que quizás hiciese que el mismo Dios, disgustado, permitiese al malvado destruir la catedral, en castigo, por lo que mandó traer las Reliquias, a lo que el diablo nuevamente escapó en medio de un aullido.

   Se llevó a la peregrina al día siguiente ante el altar de San Salvador, pero aún así el espíritu del maligno volvió a poseerla, levantándola y arrojándola ante dicho altar, justo después que ella dijese que le estaba viendo llegar en forma de simio, respondiendo a quienes le pedían que se tranquilizase, pues allí no correría peligro, cosa que no resultó ser verdad. Ella hubo de ser agarrada entre varios hombres, los fieles presentes en el santuario oraban y el diablo la vejaba pese a los gritos del sacerdote. Unas veces afirmaba que saldría de ella ante el altar de Santiago, al llevarla allá se contradecía diciendo que ante el de San Salvador, a ver si entre ir y venir conseguía librase de quienes con tanta fuerza sujetaban.

   Estolas, conjuros, más y más gritos y voces. Satanás, siempre en boca de la mujer, habló entretanto de sus hazañas, dijo que había estado en Tolosa donde hizo jurar en falso a una víctima. Le amenazaron con traer la Cruz de los Ángeles, pieza sagrada de orfebrería de tiempos de Alfonso II El Casto, el diabólico dijo que si la traían se la comería, le metieron entonces en la boca de la endiablada un brazo de la Cruz… –“Ahora come si puedes!” le imprecaron. El cuerpo de la desdichada hinchaba, le quitaron la Cruz de la boca por miedo a que muriese, repitiéndose una vez más el ofrecimiento a hablar y decir todo de todos, según le preguntasen a voluntad. El monje repitió una vez más que eso no le interesaba, sino que saliese de una vez del cuerpo de la joven….

   Por fin, el diablo pareció darse por vencido, respondió que nada más deseaba que salir pues estaba atormentado, entonces le preguntaron la razón de su proceder, dando una impresionante contestación: “El Salvador de envió para ejemplo del mundo”. Luego salió para no introducirse más.

   Acabado el exorcismo Oria estuvo seis semanas en Oviedo/Uviéu, siendo bautizada por el obispo Gunscellus, un nombre que parece delatar a un obispo real de la época: Gonzalo, quien le dio el nombre de María. Antes de ello contó a los vecinos en aquellos días varias de sus andanzas, como la razón de la herida en la frente, al pelearse con una persona en un puente sobre el río Nora. También que tuvo un velo que la hacía invisible y con el que entró en los templos de Jerusalén y de la capital astur, y que había ocasionado en esta misma ciudad una granizada en un mes de agosto de hacía siete años, algo muy bien recordado por los habitantes, pues les llegó entonces el agua a las rodillas.

    Es la leyenda de Oria, la peregrina endemoniada, conjuros y exorcismos ante los altares de San Salvador y Santiago…

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FOTO: Gárgola simiesca de la catedral de Oviedo/Uviéu: Oria decía que veía al diablo venir a ella ante el altar, con figura de simio
  



A FONSAGRADA, FUENTE SAGRADA Y LEGENDARIA‏
July 1, 2013, 2:12 am
Filed under: Galería de Fotos, Leyendas del Camino

Tras el ábside de la iglesia de Santa María está la fuente sagrada, la Fonte Sacra, de da nombre a la villa de A Fonsagrada. La actual estructura, de 1882, está hecha en el lugar de otras más antiguas que guardaban este manantial natural, cuya existencia sin duda favoreció el nacimiento de esta población y que el tránsito por ella terminase triunfando sobre el anterior camino a Pobra de Burón, atajando un buen trecho pese a la subida. Se percibe una reminiscencia animista de culto al agua y a los seres femeninos madres de la Naturaleza, cristianizados en vírgenes y santas. Una leyenda quiere que de aquí manase leche para dar sustento a una viuda y sus tres hijos, los únicos que dieron ayuda a un peregrino. Otra tradición afirma que antes esta fuente no existía, que los habitantes habían de ir montaña abajo a por el agua, hasta que una familia del lugar acogió a una mujer magullada, cansada y hambrienta, una peregrina o una santa, pues por intercesión de ella y como premio divino se obró el milagro y empezó a surgir de aquí el líquido elemento



La Osa y la Niña del monasterio de San Salvador de Cornellana (Salas, Asturias).- Leyenda –
June 25, 2013, 4:18 am
Filed under: Galería de Fotos, Leyendas del Camino
 La historia nos refiere a que es probable de que se encontrara aquí la primitiva villa de Cornelius que dio nombre al lugar, villa que a finales del año 1000 estaba a cargo del Infante Ordoño, hijo de Ramiro III de León, infante casado con su sobrina Cristina, hija a su vez de reyes: Bermudo II y Velasquita. Ordoño falleció en el 1012 y su viuda, la Infanta Cristina, hizo voto de consagración fundando una primer iglesia en este lugar, para retirarse con su servidora, la monja Animia. Poco después la iglesia se hizo monasterio por solemne documento del 31 de mayo de 1024, dedicado a San Salvador, como la catedral capitalina y otros muchos templos del Camino Primitivo. La dotación para esta fundación era más bien escasa, lo necesario para vivir las dos mujeres y socorrer alguna vez a pobres y peregrinos en tránsito por estas tierras. Pero la leyenda siempre quiere añadir más pasión y sentimiento a la realidad, pues asegura que Cristina, siendo niña, se perdió por los montes de los alrededores. La familia y sus criados estuvieron buscándola desesperadamente varios días, hasta que, cuando menos lo esperaban, pues ya no tenían donde mirar, apareció milagrosamente en la cueva de una osa que le daba de mamar. Esta sería la razón por la que, tanto en la parte románica como en la barroca, se repita en bajorrelieves unas seis veces la escena de la osa amamantando a una niña. Bien es verdad que para parte de los eruditos la representación podría tener otro significado, nos ería una osa sino una leona y en vez de amamantar o proteger estaría devorando a una pecadora, o sería el mal que se apodera de un alma, misterios del arte medieval en las piedras labradas del Camino Primitivo